La conclusión es una mezcla de realidad y deseo donde un picnic, una camiseta de rayas o una bufanda eterna nos pueden hacer las chicas más felices del mundo.
Todo empezó una tarde de domingo de septiembre en el salón de dos de las "sisters" con un bizcocho, muchas ideas y una sorpresa de una tercera "sister" para el resto de la hermandad.
Por cierto, recordadnos que algún día os contemos la historia de cómo conseguimos a nuestra mascota Lola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario