Federica es Federica, una chica majísima que tiene una tienda preciosa en la Calle Hermosilla y que si no conoces y andas cerca, ya estás tardando en ir porque París será París pero Federica & Co es como si fuese un rinconcito de allí.
Esta historia empezó el día 18 de septiembre cuando Federica publicó en Facebook una carita de Pointer que pedía a gritos ser nuestra... Empezaron las gestiones: Bea se pone en contacto con husband para que él a su vez se ponga en contacto con Federica para "apuntarse a la cola" de candidatos a ser los futuros papás... Federica no da señales de vida, Bea se impacienta, las sisters se impacientan... todos queremos una respuesta y, que por supuesto sea afirmativa y la respuesta no sólo es que no llegue si no que empezamos a perder la esperanza.
Machos ya no quedan, ahora de ser, será hembra... ya qué más da, de perdidos al río, queremos Pointer hijo o hija de Federica, bueno quiero decir de Cash, y cuanto antes, mejor.
Federica es una mujer ocupada y con muchos compromisos, Federica no nos puede atender y nuestra relación con Federica empieza a "flojear".
Sister Nina va a ver a Federica en persona... necesitamos alguna pista, por lo menos comprobar que Federica sigue estando. Nina nos vende, con otros nombres y otra procedencia pero nos vende...
Pasan los días, habemus perro o non habemus perro? Estamos impacientes... Fijamos un día, por fin, el encuentro para que Federica de el visto bueno será el martes 25. Nerviosismo, ilusión... hasta que a escasos minutos de la cita, Federica nos llama, no puede. La ilusión se desmorona... las esperanzas más...
Pero volvemos a la carga y días más tarde nos encontramos con Federica en su tienda pero por más que miramos a un lado y a otro, en el jardin y dentro de la tienda, en cada esquina que encontramos, no hay señales de Lola... ¿Se acordará de que hemos quedado? Me presento "Hola Federica, soy Beatriz, venimos a por Lola..." Ella me mira extrañada "¿Pero venís a por ella ya, así, sin verla?", un escalofrío recorre mi cuerpo y pienso... "¿tendrá tara Lola?" Titubeo y digo... "bueno, venimos a verla si..." "Pues ale, vamos a mi casa!!!"
Llegar allí y ver a esa Lola, que temblaba y movía el rabo a partes iguales, que se asustaba, que se escapaba... Y sobre todo ver que era la perra más bonita del mundo, fue el momento en que todos los que allí estábamos intercambiamos miradas que decían: Lola es nuestra, por fin.
Habíamos pasado el riguroso casting de Federica y a su vez, Lola había pasado el nuestro. Ana de repente se dio cuenta de que por fin, la gustaban los perros, o por lo menos Lola... En cuestión de minutos pasó de tenerles miedo a salir corriendo detrás de ellos, que no delante.
Una historia feliz, con un final feliz y con un miembro más en la familia. Bueno, en las familias.
Gracias a Federica una vez más por su generosidad. Me encanta que haya hecho un riguroso casting porque un perro no es un juguete pero lo que más me encanta es que lo pasásemos nosotros.
Lola es la perrita más maravillosa del mundo, vive con niños, en el campo, con una chimenea ardiendo y rodeada de manos que la manusean constantemente... Lo que más la puede gustar!
Federica, puedes estar tranquila porque Lola es feliz.
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